Haiman El Troudi Douwara: El Taj Mahal, la promesa de un amor eterno

No en vano se ganó un puesto
dentro del ranquin de las 7 maravillas del mundo. Ubicado en la India,
fue construido por mandato del gobernador mongolo Sha Jahan, tras
la muerte de su esposa más amada.
No fue sino luego de 20
años de la muerte de su esposa, cuando Sha Jahan pudo ver producto de su
ambicioso proyecto. A este complejo amurallado, se entra por el sur, por un patio de piedra roja.
Al fondo de los jardines, se encuentran las
habitaciones de los antiguos reyes. Los jardines, sirven como una
simbolización del modelo ideal del paraíso musulmán, donde cuatro ríos
emanan de una fuente central hacia los cuatro puntos cardinales. Estos jardines
se dividen en cuatro cuadrantes en donde se abren avenidas de árboles,
ostentosas fuentes y estanques que revelan la belleza de los edificios.
Para el
levantamiento de esta estructura no se usaron los tradicionales
andamios de bambú, sino otros hechos con un material que se asemeja al
ladrillo. Cada material provenía de la cercana ciudad de Agra, por
ello se construyó una rampa de unos 15 km aproximadamente, en donde los
materiales llegaban por carretas arrastradas por elefantes y bueyes.
Se data que la culminación
del edificio fue en 1643. No se sabe exactamente quién fue el
arquitecto del Taj Mahal, se dice que la arquitectura estuvo a mano de
varios arquitectos mongoles influyentes, logrando una síntesis de elementos
islámicos, hindúes, persas y turcos.
El material
característico de la estructura es el mármol blanco traído desde
Rajastán. El estilo de decoración en la mayor parte del complejo es de naturaleza
musulmana, con incrustaciones de piedras preciosas, detalles geométricos y
transcripciones alusivas al Corán.
Las gemas que componen a
esta fastuosa construcción se comprenden por: jade y cristales de China, jaspe,
turquesas, lapislázuli, crisolita, ágatas, zafiros y amatistas.
Las
técnicas de incrustación de las gemas eran sumamente laboriosas, se estima
que en unas 60 ilustraciones diferentes estas piedras preciosas solo pueden ser
distinguidas con lupa.
Sin duda alguna, el Taj Mahal ha marcado su lugar en el mundo y en la historia de la arquitectura. Como amante de las grandes edificaciones, Haiman El Troudi Douwara, admira la fuerza y lo imponente que resulta a la vista este emblemático palacio.
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