Haiman El Troudi: La Facultad de Bellas Artes de la ULL
Desde sus inicios, la arquitectura ha estado presente como un medio que sirve para establecer un balance entre la naturaleza con la creación humana. Partiendo de modelos artificiales (es decir, no pertenecientes a la naturaleza misma), la arquitectura se sugiere como un arte que tiene sus propios modos de operación. A su vez, es necesaria para garantizar la movilidad y el bienestar de los seres humanos.
Ciertamente, en los últimos años hemos experimentado avances increíbles en materia de arquitectura, lo que nos lleva a decir que han surgido propuestas innovadoras que se evidencia en estructuras que parecen desafiar cada vez más los conceptos tradicionales que tenemos sobre arquitectura.
En este caso hablaremos de la Facultad de Bellas Artes perteneciente a la Universidad de La Laguna, en Tenerife. Este interesante edificio viene a ser una nueva parcela en la que se reubicó a la facultad.
El proyecto, pretende optimizar el espacio a través de una relación establecida con el entorno.
El espacio, entonces, funciona como una prolongación del campus universitario. En un artículo del sitio Arquitecturaviva, se indica que “El edificio se materializa como la traza envolvente de un vacío interior, definiendo un campus íntimo que configura el paisaje de la nueva Facultad”.
En el interior de los edificios se encuentras salones habilitados para talleres de escultura, pintura y dibujo, al igual que aulas teóricas y laboratorios. Lo interesante de la propuesta es que los salones de clases son abiertos, brindándole mayor luminosidad.
El uso de hormigón como material principal, nos remite a algunas estructuras de la arquitectura brutalista. A su vez, se acudió al vidrio colado con la finalidad de que los salones recibieran luz natural. “La textura continua de la piel de hormigón, que se consigue mediante un sencillo abujardado irregular sobre un moldeado poligonal, borra las trazas del proceso constructivo”.
Haiman El Troudi nos recalca lo imponentes que estas construcciones pueden llegar a ser y lo importante que tienen para la sociedad moderna, no solo por lo que representan arquitectónicamente, sino por ser espacios que alimentan y llenan nuestras ciudades de cultura.
Ciertamente, en los últimos años hemos experimentado avances increíbles en materia de arquitectura, lo que nos lleva a decir que han surgido propuestas innovadoras que se evidencia en estructuras que parecen desafiar cada vez más los conceptos tradicionales que tenemos sobre arquitectura.
En este caso hablaremos de la Facultad de Bellas Artes perteneciente a la Universidad de La Laguna, en Tenerife. Este interesante edificio viene a ser una nueva parcela en la que se reubicó a la facultad.
El proyecto, pretende optimizar el espacio a través de una relación establecida con el entorno.
El espacio, entonces, funciona como una prolongación del campus universitario. En un artículo del sitio Arquitecturaviva, se indica que “El edificio se materializa como la traza envolvente de un vacío interior, definiendo un campus íntimo que configura el paisaje de la nueva Facultad”.
En el interior de los edificios se encuentras salones habilitados para talleres de escultura, pintura y dibujo, al igual que aulas teóricas y laboratorios. Lo interesante de la propuesta es que los salones de clases son abiertos, brindándole mayor luminosidad.
El uso de hormigón como material principal, nos remite a algunas estructuras de la arquitectura brutalista. A su vez, se acudió al vidrio colado con la finalidad de que los salones recibieran luz natural. “La textura continua de la piel de hormigón, que se consigue mediante un sencillo abujardado irregular sobre un moldeado poligonal, borra las trazas del proceso constructivo”.
Haiman El Troudi nos recalca lo imponentes que estas construcciones pueden llegar a ser y lo importante que tienen para la sociedad moderna, no solo por lo que representan arquitectónicamente, sino por ser espacios que alimentan y llenan nuestras ciudades de cultura.
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