Haiman El Troudi Douwara: El New York High Line

El día lunes 8 de junio del 2009, se inauguró en Nueva York el parque elevado conocido como el High Line. Esta obra surgió como resultado de la propuesta ganadora de una competencia internacional realizada en el año 2003. El equipo ganador está compuesto por James Corner Field Operations, junto a Diller Scofidio + Renfro. El New York High Line es un parque que ofrece a los citadinos y a los turistas, un recorrido longitudinal con la altura adecuada para brindar privilegiadas vistas de la ciudad.

Lo interesante de esta construcción, es que antiguamente era un espacio residual. Esta estructura elevada de acero cuenta con 2 kilómetros de largo, siendo construida en 1930 para el tránsito de trenes, lo cual estuvo en funcionamiento hasta 1980. Fue en el año 2003, cuando se convocó a una competencia internacional de arquitectura para su transformación en parque público, sacando provecho de la ubicación de la estructura, puesto que atraviesa varios barrios del oeste de Manhattan, una zona privilegiada.

La propuesta que resultó ganadora, no dejó de tomar en cuenta las malezas que surgieron por motivo del abandono de la línea férrea. Se propuso un pavimento que permite el crecimiento de la vegetación por los diversos sectores del recorrido. Esta estrategia fue planteada por medio del concepto agri-tecture, cuyas premisas son: parte agricultura, parte arquitectura. La vegetación que ronda al parque, permite a los habitantes disfrutar de un espacio orgánico dentro del concreto de la gran ciudad.

El parque está divido en tres secciones, las cuales poseen más de una docena de puntos de acceso a lo largo de su recorrido sobre la ciudad. El High Line cuenta con numerosos bancos para sentarse o tumbarse, siendo un lugar predilecto para todos aquellos que quieran aprovechar el sol del verano para broncearse.

El acceso al parque es para todo público y gratuito, en un horario comprendido entre las 7 a.m a 10 p.m.

Haiman El Troudi Douwara apoya este tipo de iniciativas, es importante que las grandes metrópolis cuenten con espacios verdes para el esparcimiento y distracción de sus habitantes y turistas, por lo que la combinación entre la arquitectura moderna y la naturaleza hacen una armonía perfecta entre lo creado por el hombre, y lo creado por la naturaleza.